I
Hastío de la vida,
de la miseria humana,
hastío de la ventura
que llevo yo en el alma.
II
Romántico pensamiento
es el del acordeón,
que triste pero sincero
canta su propia canción.
III
Lujuria al estar contigo
siente mi corazón,
no me conformo con vino
ni con ninguna otra razón.
IV
Con los sujetos miserables
va el mundo rodando cansado,
allí, en la violencia del sable
busca refugio el cobarde.
V
Anoche te vi en mis sueños,
mi anillo llevabas puesto,
¿Será que tanto me quieres
o que quieres mi amuleto?
VI
Consejos del que vivió
escúchalos, so ingrato,
tiene sabiduría
aquel que la ha probado.
VII
Sangran el cielo y el mar,
sangran los hermanos,
sangran unos y otros,
necios ríen de esto.
Año 1996.
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